¿Lo escribo
o no lo escribo?
¿Grito o me
quedo callada?
¿Lloro, me resigno?
Lo que está
sucediendo en nuestro país no tiene nombre y es muy muy muy extraño, bizarro.
Hoy
comparto una odisea que aún no termina.
Una amiga
amada, cubana emigrante de los terrores de Fidel, que vivió en Venezuela por más de 45 años y la ama como muy pocos venezolanos, tiene más de 36 horas tratando de montarse en un
vuelo hacia Panamá, buscando nuevos horizontes en los que sentirse libre.
Un vuelo
que compró a Santa Bárbara que salía ayer a las 3pm… y cuento lo que sé hasta
ahora.
Mi amiga
baja al aeropuerto ayer a las 8:30am con su mamá de 86 años y una mascota. Llega al aeropuerto internacional Simón
Bolívar (¡pobre!) y allí va directamente a hacer los trámites necesarios para
poder llevar a su mascota en el vuelo de las 3pm. Esta etapa resulta interesante, porque supo por alguien que acababa de salir con su mascota acerca de todo lo que debía llevar al aeropuerto.
¡Ya llegando le dicen que no se sabe a qué hora sale
el vuelo!
Tiene a su
mamá en silla de ruedas, las maletas y la mascota, y un ángel guardián que la
acompañó para que pudiera cuidar sus maletas mientras ella iba a lo de la
mascota en una oficina del aeropuerto.
La aerolínea
le dice que puede chequear las maletas, siempre que le den la autorización de revisión
de su mascota.
Cuando va a
eso, le dicen que no pueden revisar la mascota porque no hay hora de vuelo.
Los
convence porque era mucho para ella. Pero, no sé si a alguien le ha pasado, cuando la revisan el procedimiento fue completamente diferente para ella de lo que fue para el que se fue la semana pasada. Pero eso ya todos lo saben... ¿o no?
Chequea las
maletas, pero tenía que pagar por una maleta adicional… Cien dólares dice en algún
lado de la página de Santa Bárbara. Pero
le cobraron Bs. 2500. ¿Alguien puede
sacar la cuenta de la tasa de cambio que se usó? Ahhh… pero además, ¡no le dieron ningún
recibo! Claro… ¿para qué?
Bien, después
de varias horas, les informan que el vuelo sale a las 9pm, las 10pm, las 10:30pm…
Que
pueden ir a un hotel, a pasar el rato, pero donde no aceptan mascotas.
El ángel
guardián las lleva a su casa. Regresan
al aeropuerto, a las 6pm. Pero ahora, el
vuelo sale a las 12pm porque tenía que ir a Maracaibo (¿?) y ya no es de Santa
Bárbara, es de Venezolana…. Y ese avión no tiene autorización para llevar
animales. Y esto se lo dicen a la una de la mañana.
Le ofrecen salir hoy a las 6pm, en un avión que Santa Bárbara
alquiló y que sí es operado por ellos y en el que dicen que sí puede montar a
su mascota.
Ya hoy llega de nuevo al aeropuerto a las 2:30, aunque le dicen que esté a las 3pm, para
encontrarse con que ¡ya no estaba en el vuelo!
Por supuesto, mi amiga comenzó a gritar y pelear y la volvieron a meter en
la lista…
¡Ya se
chequeó!
Son las 4pm
y aún está esperando, ya no sale a las 6, sino a las 6:30. ¿Normal?
¡No!
¡Algo muy raro
está pasando! ¿Será que alguien sabe qué sucede?
Esto no es
dictadura, esto no es democracia, esto pasa de anarquía… ¡esto es analfabetismo!
¡Analfabetismo de valores! ¿Respeto?
¿Libertad? ¿Consideración?
Venezuela
amada. ¡Porque hay que ver cómo te amo!… ¿cómo es posible que te dejes patear
de esta manera? ¿Cómo llegamos tus hijos a maltratarnos los unos a los otros de
esta forma?
Que el Padre y la Madre nos lleven por caminos de luz, de libertad.
Un día dije
que estábamos viviendo tiempos interesantes y una mujer muy sabia me recordó
que los chinos maldicen diciendo: ¡Ojalá vivas tiempos interesantes!
Ya les contaré de mi amiga... y ojalá tus tiempo sean de alegría.
Elisabeth Tepper Kofod
Facilitadora de Procesos de Transformación